
¡Qué esfuerzo!
¡Qué esfuerzo del caballo por ser perro!
¡Qué esfuerzo del perro por ser golondrina!
¡Qué esfuerzo de la golondrina por ser abeja!
¡Qué esfuerzo de la abeja por ser caballo!
Y el caballo,
¡qué flecha aguda exprime de la rosa!,
¡qué rosa gris levanta de su belfo!
Y la rosa,
¡qué rebaño de luces y alaridos
ata en el vivo azúcar de su tronco!
Y el azúcar,
¡qué puñalitos sueña en su vigilia!
y los puñales,
¡qué luna sin establos, qué desnudos!,
piel eterna y rubor, andan buscando
Y yo, por los aleros,
¡qué serafín de llamas busco y soy!
Pero el arco de yeso,
¡qué grande, qué invisible, qué diminuto!,
sin esfuerzo.
Muerte, de Federico García Lorca, pertenece a el poemario Poeta en Nueva York, donde, con un estilo vanguardista, Lorca consigue escribir el poemario más laureado de su carrera en vida. Este poema trata sobre el ansia de querer ser otro, sobre la repulsa hacia lo nuestro y anhelo de lo que tiene el otro. En este poema surrealista Lorca hace ver cómo cada animal u objeto anhela algo, y cómo ese algo anhela otro algo. Pero, obviamente, Lorca no se refiere ni a la 'abeja' ni al 'caballo'. Se refiere al hombre, a todos los seres humanos, incluído él ("Y yo, por los aleros, ¡qué serafín de llamas busco y soy!"). Lorca en este poema redunda las exclamaciones, ya que va pasando en cadena de un concepto a otro, siempre con la misma estructura: "Y el/la... ... ¡Qué...". Otro elemento a destacar sería el comenzar y acabar de una forma circular, haciendo que el poema parezca mucho mejor cerrado ("¡Qué esfuerzo [...] sin esfuerzo."). El uso de la métrica es caótico, con diferentes medidas de los versos que hace parecer que Lorca no quiso poner mucho esfuerzo en la métrica y sí centrarse en el mensaje. Personalmente, me parece una muy buena crítica cariñosa al ser humano. Sí, todos somos imperfectos y queremos ser como el de al lado, pero al fin y al cabo eso es lo que nos hace humanos.
Todo el poemario ha sido representado en múltiples ocasiones en forma de canción o con representación teatral de fondo. Aquí podemos ver cómo Cayetana Guillén Cuervo recita Muerte y Ruina, con baile y música de fondo.
Muy bien, pero... ¿por qué se llama MUERTE el poema?
ResponderEliminarConsidero que García consideraba ese sentimiento de codicia y de envidia lo que mata a las personas, te mata porque te vuelve obsesivo.
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